02/03/2018 – Como ocurriera el año pasado, los cortes de luz se han intensificado en las últimas semanas y se han encadenado hasta tres el mismo día.
Con los días de frío, los cortes de luz se han reproducido en el degradado bloque de la calle Venus, en La Mina. Las averías ya ocurrieron el invierno pasado, cuando venían produciéndose desde mayo de 2016.
Vecinos consultados explican que vuelven a padecer las interrupciones desde diciembre. Entre medio, hubo unos 15 días en que las incidencias cesaron, pero han resurgido en las últimas fechas en el edificio, pendiente de un derribo previsto por un plan vigente desde 2002 y aplazado desde 2010.
“Podemos estar tres veces al día sin luz, dependiendo del frío”, comentan los vecinos. Esta semana, los apagones se repitieron al menos el martes y el miércoles. “Lo mínimo es estar tres horas sin luz cada vez que se va”, cuentan.
Las interrupciones de suministro se han generalizado en las escaleras del inmueble, con 243 viviendas, aunque suele ocurrir que unos vecinos se vean sin corriente mientras otros de la misma comunidad no la pierden, según cuál sea la fase que falla. Los operarios de Endesa acuden a arreglar el desperfecto aunque, como en otras ocasiones, la reparación no se revela definitiva. “Funciona hasta que vuelve a saltar”, dicen en Venus.
Los empalmes irregulares al tendido están extendidos en numerosas viviendas del bloque. La compañía cortó el suministro durante más de una semana a todos los habitantes de los números nueve y 11 de la calle en octubre de 2016. Lo justificó por el presunto riesgo de incendio debido a los pinchazos ilegales a la red y reveló que sólo 12 de los 86 domicilios de ambas comunidades tenían el abastecimiento contratado.
Las sobrecargas que alteran el suministro también han desvelado el cultivo clandestino e ilegal de plantas de marihuana con instalaciones eléctricas en ciertas viviendas de Venus, uno de los puntos más golpeados por el menudeo de droga que sufre ese sector de La Mina. Tras meses de apagones frecuentes, los Mossos d’Esquadra lanzaron una redada en noviembre de 2016 con la que se incautaron de cerca de 4.000 plantas de marihuana en 16 pisos de Venus y de la vecina calle de Saturno, además de detener a 10 personas. En aquella ocasión, electricistas de Endesa acompañaron a la policía para comprobar los enganches indebidos de los domicilios donde se producía la droga.
Pese a que la batida policial alivió los cortes durante unas semanas, las averías se reanudaron a primeros de 2017, cuando el frío se recrudeció. Lo mismo que ha vuelto a suceder ahora, cuando el consumo de luz aumenta.
En el cercano barrio de Sant Roc, en Badalona, las caídas de la corriente también han regresado últimamente, en especial en un tramo de calle donde residen unas 200 personas. Para paliar las incidencias, el Ayuntamiento de Badalona acordó con Endesa estudiar la posibilidad de regularizar el suministro de familias en que se acredite su situación de vulnerabilidad.