Sant Adrià acaba el muro contra la basura en los márgenes de las vías del tren

02/03/2017 – Durante los próximos días comenzarán a pintar el carril bici y las plazas de aparcamiento que separarán el muro y la calle Eduard Maristany.

La nueva imagen de los laterales de las vías del tren a su entrada a Sant Adrià desde Badalona es una realidad. Hace unos meses, el Diari de Sant Adrià avanzó que Ayuntamiento y Adif habían llegado a un acuerdo para limpiar los márgenes de la línea 1 de Cercanías, entre la frontera con Badalona y la estación adrianense, y que se construiría un muro para evitar vertidos. Esta misma semana concluyen los últimos detalles del vallado de hormigón, de unos dos metros de largo y 400 de longitud.

Las tareas de limpieza, que se alargaron varias semanas y sumaron más de 1.000 toneladas de residuos recogidos, finalizaron a finales de año, principios de 2017. Los trabajos fueron licitados por el Consistorio, por un valor de unos 50.000 euros, una factura que se pasará a Adif, aunque la empresa de infraestructuras ferroviarias no ha confirmado todavía si pagará.

Durante casi dos meses, el muro ha sido levantado hasta alcanzar el aspecto que tiene esta misma semana, tras una inversión de unos 130.000 euros por parte de Adif. Entre la carretera Eduard Maristany y la nueva obra hay unos metros de separación, asegurados por varios bloques de hormigón que han dejado libre el espacio para establecer un aparcamiento para turismos y un carril bici que transcurrirá en paralelo al muro. Los trabajos para habilitar la zona comenzarán estos próximos días.

Una vez acabados, los bloques de contención que separan el límite con la carretera, se sustituirán por un quitamiedos. “El tráfico de personas entre la estación y las empresas del polígono es muy alto. Queremos habilitar la calle para hacerla más accesible tanto para transeúntes como ciclistas”, explica el regidor de Vía Pública, Jose Luís Martínez.

Concurso de grafitis para pintar el muro

Aquellos que cojan el tren y recorran el tramo que ocupa el muro, podrán ver como la estructura no ha tardado en ser 'cazada' por los grafiteros de la zona. Prácticamente toda la longitud de la nueva obra está marcada con grandes murales y firmas de colores. Algo que, en principio, no se borrará. De hecho, desde el Ayuntamiento se está estudiando la posibilidad de impulsar un certamen de arte urbano para darle color a la parte del muro que da hacia la calle Eduard Maristany, en el lado montaña, a día de hoy impoluta y grisácea.