El inicio de temporada del CF Sant Adrià en Segunda Catalana no está teniendo un camino tan dulce como el curso pasado. El cambio de técnico en el banquillo, la remodelación de plantilla y un calendario exigente está pasando factura al combinado adrianense y le ha condenado a encajar siete derrotas en las siete primeras jornadas de liga.
Esta dinámica negativa de resultados tuvo como consecuencia la baja de José Manuel 'Málaga' en la banqueta hace un par de jornadas y la "llegada" de Dani Romero. El capitán morado se hizo cargo del grupo para reconstruir el ánimo de una plantilla que es consciente que antes de llegar a la jornada 10 de la liga, ya se habrá enfrentado a seis de los siete primeros clasificados de la tabla.
"El club está buscando un nuevo entrenador. Mientras se encuentra a la persona adecuada para el cargo, yo estaré en el banquillo", afirma Romero. "Anímicamente, el grupo está motivada tras el cambio de míster. No debe ser una excusa no tener ningún punto en 7 jornadas pero el calendario tampoco lo hemos tenido de cara", añade.
Este domingo ante el Besòs Baró de Viver, el Sant Adrià cerrará el 'Tourmalet' y realizará un lavado de cara con la llegada de nuevas piezas que reconstruyan una plantilla que debe mirar hacia arriba. "Ahora nos enfrentaremos a rivales más directos y asequibles. Se me hace incómoda la situación desde el banquillo pero no se me hace raro. Estoy bien y la plantilla nos apoya. El ambiente dentro de la situación no es malo", atestigua Romero en su primera experiencia en un banquillo de Segunda Catalana. En cuanto se anuncie el técnico que comandará al Sant Adrià desde el banquillo, el capitán regresará al verde.