22/02/2017 – El púgil del Club Boxa Sant Adrià afronta su segunda pelea profesional tras debutar con victoria el pasado Noviembre.
Tiene 30 años y lleva casi un tercio de su vida entre dieciséis cuerdas. Tras más de 50 combates amateur, Isaac Farré decidió dar el paso y probar suerte como boxeador profesional. Criado por las calles de Sant Adrià y Badalona, este púgil catalán es una de las grandes esperanzas de futuro del deporte adrianense.
“Empecé en el Boxa Sant Adrià con 21 años. Tenía curiosidad por aprender a boxear, porque siempre me habían gustado los deportes de contacto. Después pasé a hacer combates amateur y llegó un momento que la ilusión me empujó a dar otro pasito más”, destaca Farré, el cual nos atiende después de terminar una dura sesión de entrenamiento previa a su segunda pelea.
“Te vas poniendo metas ambiciosas y al final verte con un vendaje duro, con guantes pequeños y peleando sin camiseta te da otro aire. Tienes un sueño y piensas: ha llegado la hora”, añade Isaac.
Aunque su carrera profesional “ha empezado tarde”, Farré asegura encontrarse bien físicamente para llegar hasta donde pueda. “Pelearé hasta que el cuerpo aguante”, afirma con rotundidad.
Nuestro protagonista pertenece a la categoría superwelter (69kg) y el próximo 11 de Marzo espera llenar el Ricart para enfrentarse a Geiboord Omier, peleador nicaragüense de 28 años y con un récord de 3/15/1. Omier está muy rodado en el circuito profesional y ha salido a combatir a Inglaterra, Francia y México.
“Tiene mucha experiencia, pero yo voy a por todas. Las sensaciones que tengo son buenas. He hecho sparrings de nivel. Por ejemplo con Juli Giner, todo un campeón de Europa”, nos relata Issac Farré.
Su combate, al lado del que va a protagonizar el invicto Franky ‘La Ley’ Urquiaga’ (Gallego Prada), es el principal atractivo de la velada que organiza el Club Boxa Sant Adrià el próximo 11 de marzo, evento que también contará con diez peleas amateurs de primer nivel catalán.
Vivir para los guantes
Optar por el profesionalismo ha dado un vuelco a la vida de Isaac Farré, ya que su rutina siempre está vinculada a entrenar. “En España es muy complicado vivir del boxeo. Yo entreno por las mañanas y por las tardes doy clase en los Clubs DIR. Tengo el título de entrenador y eso ha hecho que mi vida sean 12 horas de boxeo diarias”, asegura.
Tras debutar venciendo a los puntos a Javi Gilabert, Farré espera continuar cosechando buenos resultados. “En mi estreno pasé muchos nervios. En San Adrián la gente me ha seguido bastante a lo largo de mi etapa amateur y no quería defraudar. Ver el Ricart lleno y con la gente gritando mi nombre fue espectacular. Me sentía como una máquina con el piloto automático”, nos cuenta.
Isaac tiene un objetivo a medio plazo: levantar el cinturón nacional de su peso. “Mi ilusión es ser campeón de España. Para poder tener la oportunidad tengo que ganar seis o siete combates mínimo. Con José hemos hablado que al final de esta temporada tendría que tener cinco o seis peleas”, detalla. Este sueño es la principal motivación de Farré para entrenar de lunes a sábado de tres a cuatro horas diarias. “El boxeo te engancha y ahora es mi vida”, reconoce el púgil.
Un amigo en la esquina
Desde que comenzó como amateur, Isaac Farré ha tenido al lado a José Hidalgo, uno de los socions que dirigen el Club Boxa Sant Adrià. La entidad se inició hace ocho años con un local muy pequeño y en dos meses ya disponía de 80 usuarios. El éxito del proyecto hizo que el club optara por adquirir más espacio para poder crear una infraestructura que actualmente da servicio a más de 200 socios y que cuenta con un equipo de 20 boxeadores amateurs y tres profesionales.
“Hemps decidido dar el paso con Isaac. La intención es que pueda hacer cuatro o cinco peleas aquí en casa para intentar que sume las máximas victorias posibles y llegar al campeonato de España. Vamos con pies de plomo, pero hay expectativas”, explica José Hidalgo, entrenador de Farré.
“Hablamos de un luchador que en amateur utilizaba muy bien la contra gracias a su envergadura y ahora está aprendiendo a ir a buscar más al rival”, añade el técnico.
Según Hidalgo, el Boxa Sant Adrià está haciendo una buena labor en el municipio. “En Sant Adrià no existía nada, sólo los clubes de lucha. Ellos han hecho un gran trabajo y nosotros simplemente queremos seguir la misma línea. El objetivo es que los chavales de los barrios se olviden de todo lo malo que hay en la calle y tengan ganas de aprender, de estar en el gimnasio y de compartir ratos con los compañeros”, sentencia. El próximo 11 de marzo, todo el club llenará el Ricart para dar ánimos a Isaac.