04/07/2017 – Las tareas de revisión y limpieza a lo largo del día provocan insomnio y molestias a los vecinos de la avenida del Ferrocarril.
“Son las dos, las tres, las cuatro de la madrugada… y no dejan de hacer ruido. Ya no sé qué es dormir”, confiesa Ángela García. Es una de las vecinas de Via Trajana que, desde hace unos años, sufre la molestia de vivir enfrente de las vías del tren, donde los convoyes de media distancia de Renfe se detienen para ser revisados y limpiados. Es una cola de maniobra de acceso a los talleres de Talgo, pegada a la vía donde circulan los cercanías de la R1, y donde a lo largo del día -incluso a horas intempestivas- suena un continuo sonido de fondo que bien podría tratarse el de una aspiradora enorme, que perturba el descanso de muchos habitantes de la avenida del Ferrocarril.
“No tienen horario, se pueden poner a cualquier hora y, encima, por las noches los que limpian hablan y los trenes pitan. Me asomé una vez pero no me hicieron caso”, comenta Ángela, que tiene la habitación de cara a la vía. “A veces me voy a dormir al sofá para no escucharlo, aunque ahora los trenes se paran algo más adelante, hace eco y se oye también en el comedor”, explica.
María Jesús Patiño también vive delante de la vía férrea y se ha pasado muchas noches en el sillón para intentar conciliar el sueño. “Aunque sea verano, tengo que dormir muchas noches con la ventana cerrada y pasando calor, porque si no es imposible. Y mi hijo toma pastillas para poder dormir”, detalla. Las vecinas también se quejan de la locomotora que suele aparcar en la misma zona. “Echa ruido y humo, también por la noche. Se tienen que cerrar las ventanas, porque huele a petróleo y deja las ventanas y las cortinas negras”, explican.
“Hace un par de años, el Ayuntamiento puso un sonómetro y los decibelios por la noche superaban en mucho lo permitido”, recuerda José Luis Muñoz, coordinador de ICV en Sant Adrià y residente en Via Trajana. “Se podría mover solo unos metros y no molestaría. No pasaría nada si apagaran los motores, pero los dejan encendidos”, critica.
Recientemente, el Gobierno central contestó a una consulta del senador de En Comú Podem Joan Comorera que “no está previsto desarrollar acciones para minimizar los posibles impactos sonoros y la contaminación de la operativa de la cola de maniobras” del barrio adrianense. El Ayuntamiento señala que trasladó las quejas vecinales a la Dirección General de Calidad Ambiental de la Generalitat en diciembre pasado y asegura que no ha obtenido respuesta.
Basurero junto a las vías
Otra queja habitual de los vecinos de la avenida del Ferrocarril es la basura que, con frecuencia, se extiende al otro lado de la vía, junto al polígono industrial. Este diario ha podido comprobar 'in situ' la acumulación de desechos (incluidos electrodomésticos y mobiliario) en ese tramo de calle, justo en el límite entre Sant Adrià y Barcelona. Según explican los vecinos consultados, algunos vehículos suelen estacionar por la noche en esa vía poco transitada y vierten los residuos sin control.