El regreso de las jornadas de mayor frío empiezan a ser símptoma de la llegada del invierno en Sant Adrià, y con ello el incremento de los apagones de luz en el bloque de la calle Venus del barrio de la Mina. En julio de este año, ya se padecieron jornadas de hasta 8 horas sin corriente eléctrica, aunque la elevada luz natural durante buena parte del día no traducía tal problema en un mártir mayor. Además, el transformador tuvo que ser substituido por otro al quemarse el que había.
“Cada dos meses se intensifican los apagones pero en verano se lleva de una manera y en invierno de otra. En verano se va la luz pero el día es más largo y estamos en la calle. Pero en invierno, cuando hace frío o llueve, donde vas a estar?”, aseguran los vecinos.
Las averías se suceden una tras otra desde mayo de 2016. La compañía cortó el suministro durante más de una semana a todos los habitantes de los números nueve y 11 de la calle en octubre de 2016. Lo justificó por el presunto riesgo de incendio debido a los pinchazos ilegales a la red y reveló que sólo 12 de los 86 domicilios de ambas comunidades tenían el abastecimiento contratado. Además, los bloques 9 y 11 están conectados al suministro del tramvia. Los últimos apagones lo sufrieron hasta en tres bloques a la vez.
“A través de la política estamos intentando llegar a una solución con la compañía de la luz. En agosto hablamos con el Consorcio pero Endesa es quien debe solucionar el problema. El mes de noviembre ha sido el que más hemos sufrido. Estamos muy cansados de sufrir nosotros siempre. Bastante cansados”, denuncian desde Venus.
