28/10/2016 – El president del comitè de empresa tómo este jueves la palabra en el pleno por la excepcional situación de cierre del polideportivo.
La deficitaria situación del polideportivo Marina Besòs, que se cuenta con que cierre sus instalaciones en los próximos días por un período indeterminado, planeó en el pleno de anoche en la Casa de la Vila. El repentino vencimiento de la concesión del servicio del que se encargaba la compañía Gimesport -que devolvió el miércoles las llaves del equipamiento público al Ayuntamiento, al declararse incapaz de seguir pagando nóminas y facturas- llevó a que se autorizara al presidente del comité de empresa, Jesús Ribó, a que tomara la palabra nada más comenzar la sesión.
Ante los distintos grupos municipales, Ribó pidió “soluciones” al Consistorio y resaltó que el fin de la adjudicación y la anunciada clausura provisional del complejo deportivo, que acumula impagos por valor de unos 700.000 euros, provoca que “38 familias sean víctimas de una situación de la que no son responsables”. Propuso que se acuerde la suspensión temporal de los contratos de los más de 40 empleados, una opción que los representantes de la plantilla piensan plantear a la empresa.
“Pasaríamos a cobrar el paro pero lo contratos no se romperían”, explica Ribó a este medio.
De esa forma, aunque se vieran condenados a someterse a un posible Expediente de Regulación de Empleo (ERE) hasta que el Ayuntamiento confíe el servicio a otra sociedad, los empleados mantendrían su derecho sobre las plazas que por ahora ocupan en el Marina Besòs. “Nuestro convenio contempla que, si hay un cambio en la concesionaria, la nueva empresa debe subrogar la plantilla”, apunta Ribó.
Entre los interrogantes abiertos, queda por saber quién pagará los sueldos de octubre del personal. Gimesport ya ha advertido que se desentiende de transferirlas, al igual que el resto de pagos, y el gobierno local manifiesta sus dudas jurídicas de que pueda hacerse cargo. “Somos conscientes de que las nóminas van a quedar en el aire y que no vamos a cobrar este mes”, señala el presidente del comité y miembro del sindicato CGT.
“Todo es incierto”, reconoce Ribó. Sin embargo, los empleados siguen acudiendo al polideportivo. Ayer, cuando la administradora ya había renunciado formalmente a mantener el servicio y la situación era incierta, se trabajó “con normalidad”, expresa Ribó, con la salvedad de que la piscina no es accesible para el público y no hay agua caliente en las duchas, debido al corte de gas practicado por los más de 50.000 euros que se adeudan en facturas.
“Estamos en una situación surrealista. No se nos ha comunicado la suspensión de la concesión y, mientras tanto, como trabajadores tenemos que seguir realizando nuestras funciones”, advierte Ribó, que desconoce qué día podría producirse el cierre de las instalaciones y hasta cuándo se podría prolongar. Agrega que el Ayuntamiento les ha prometido que buscarán la solución “más rápida posible” para que otra empresa asuma el servicio, la plantilla y su coste.
El presidente del comité reparte las responsabilidades en la crisis del Marina Besòs, que los empleados veían venir desde hace meses. Sobre Gimesport, opina que “ha hecho una gestión de expolio de un servicio público”. “El problema es que no se le ha controlado. Se tendrían que haber tomado medidas hace tiempo”, apostilla, en alusión al Ayuntamiento.
En ese sentido, Ribó comenta que, ante la que califica como una “mala gestión” de Gimesport, el comité de empresa solicitó que el Consistorio interviniera la adjudicación en mayo de 2015. “La empresa lo ha pedido este mes, pero mucho antes había razones para intervenir porque se estaban incumpliendo cláusulas administrativas de la concesión. Ha faltado iniciativa para actuar”, lamenta el representante de la plantilla.