A pesar de haber vivido un año marcado por la pandemia, el CE Sant Adrià 2020 ha finalizado su primer año de vida con satisfacción y la proyección de un proyecto aún fértil pero con futuro. Los nueve equipos que forman el club son solo la primera piedra de una entidad en alza y que buscará seguir dando pasos en firme año tras año. Jordi Tomàs ha liderado el proyecto desde la dirección deportiva junto a su equipo de trabajo.
«El primer año ha sido muy bueno. Como habrá ocurrido en todos los clubs, la temporada ha estado marcada por la pandemia y siempre hemos estado a expensas de las diferentes restricciones. Aún así no nos ha restado comunicación entre las familias y los entrenadores. Siempre hemos mantenido un contacto muy estrecho con los jugadores y en todo momento se ha mantenido informada a la gente, tanto en el período que se podía entrenar como cuando no ha sido posible», expone Tomàs.
Entre los nueve equipos que forman el club, ocho eran de competición, y tan solo la escuela (los más pequeños) era exclusivamente formativa. «Los equipos han podido jugar y era el objetivo de este año. Han sido tan solo tres meses de temporada y queríamos que los niños jugaran. No había ningún objetivo de ascenso concreto sino de competir y jugar». Aún así, el Prebenjamín B ha conseguido el título de liga y el Prebenjamín A, el Benjamín A y el Cadete A han finalizado la temporada en una meritoria quinta posición. También peleada cuarta plaza para el Alevín B.
«El club ya está trabajando desde hace varias semanas en la planificación de la próxima temporada y esperamos poder sumar dos o tres equipos más en fútbol base masculina, así como apostar por el fútbol femenino. Estamos ubicados en una zona estratégicamente buena y el objetivo es superar los 10 equipos en competición a partir de la temporada que viene», valoran desde coordinación.
Asentar el proyecto a partir del futbol 7 es la meta que se marca el club para así ir subiendo generaciones y aumentar las categorías y equipos en fútbol 11.