El regreso (o en este caso inicio de la competición) pendía más bien de un hilo pero, esa mínima posibilidad que exístia, finalmente se acabó concretando . En ese instante, el Club Esportiu Sant Adrià reactivó su rendimiento deportivo con los motores a pleno rendimiento y empezó a ejecutar el protocolo sanitario y la hoja de ruta deportiva a seguir, con el inicio del curso 2020 – 2021 durante el pasado fin de semana. Aunque la parcela más importante en estas primeras semanas es recuperar el ritmo de competición, los ocho conjuntos adrianense que han iniciado la competición han mostrado un gran nivel competitivo en el césped.
A pesar de recordarse que la vertiente principal es la formación educativa y de disciplina, la dirección deportiva también busca dar un paso competitivo y esta misma raiz ya se ha visto desde el primer fin de semana de partidos, con hasta cuatro victorias y dos empates en los partidos de esta jornada. Encuentros muy competidos, luchados y actitud por parte de las categorías inferiores del Sant Adrià.
“El proyecto deportivo en la Escuela es ofrecer la práctica deportiva a los niños y niñas de Sant Adrià de Besòs. Se debe contribuir a la formación como personas porque a los valores suele ofrecer un deporte como es el fútbol complementa la educación al margen de la escuela y la familia. Queremos formar a los chicos a todos los niveles “, describe el coordinador de la entidad, Jordi Tomás.
Recordamos que el naranja y el azul son a los colores del Club y en el escudo se puede identificar uno de los símbolos más arraigados con la ciudad, como son los Tres Chimeneas.
