12/01/2015 – La primera de les xerrades serà aquesta tarda a la Biblioteca Font de la Mina; també es recolliran propostes i suggeriments dels assistents.
El Govern Municipal organitza durant tot el mes de gener xerrades informatives als diferents barris del municipi per donar a conèixer a la ciutadania les seves línies d’actuació per als propers mesos. S’exposarà la situació econòmica de l’Ajuntament, el deute de la Generalitat amb el consistori i s’explicarà com s’elaborarà el pressupost de 2015. Els comptes, segons avancen fonts municipals, prioritzaran novament les polítiques socials “per donar suport als col·lectius més vulnerables”.
Hi haurà un total de cinc trobades, obertes a ciutadans i entitats:
12 de gener, a les 19.30 h a la Biblioteca Font de la Mina (c. de Ponent, 1-5)
13 de gener, a les 19.30 h, al Casal de Cultura (c. de la Mare de Déu del Carme, 22)
19 de gener, a les 19.30 h, al Centre Polidor (pl. de Guillermo Vidaña, s/n)
22 de gener, a les 20 h, al Centre Cultural Besòs (pl. de Josep Tarradellas, s/n)
27 de gener, a les 19.30 h, Plenari Entitats (Centre Polidor)
Les xerrades també seran un espai de participació ciutadana on les persones assistents podran plantejar preguntes i aportar suggeriments i propostes.
El gobierno municipal con el
El gobierno municipal con el alcalde al frente ha organizado una serie de reuniones en los diferentes barrios de la ciudad para, según dicen, dar a conocer a la ciudadanía la situación económica del Ayuntamiento y las líneas generales que marcarán los presupuestos del 2015.
Me gustaría valorar estas reuniones sin entrar a interpretar la validez de los datos aportados porque eso daría para un análisis más pormenorizado.
Está claro que si estuviese en el ánimo de los organizadores de estas reuniones hacer llegar a los ciudadanos una información rigurosa, verificable y contrastable, habrían buscado otro formato de reunión. Porque al margen de lo que en estas convocatorias se pueda verter en cuanto a información, ésta una vez transmitida se desvanece. Este tipo de encuentros deberían ir acompañados de la documentación apropiada para cada asistente en donde constase toda esa maraña de cifras y datos de forma que cada uno de los ciudadanos pudiese verificar y seguir la exactitud de la información.
Si esto no se hace no hay forma de hacerse una idea de lo expuesto ya que el meollo y lo complicado suele ser todo lo referido a lo financiero.
El Alcalde en su primera intervención fue prolijo en el detalle de los datos y a las primeras dos cifras los asistentes ya habían desconectado del discurso. No sabemos si esto es un efecto deseado o no pero el resultado es éste.
Una vez mostrados los datos, con escaso éxito comunicativo, lo que sigue es la verdadera razón de la convocatoria: la enumeración de las bondades de este gobierno, lo bien que lo hemos hecho, lo mal que lo hacen los otros sin por supuesto la menor autocrítica.
Se agradece el turno de palabras que por lo menos da la oportunidad a los vecinos para exponer todos los problemas que le preocupan aunque no vengan al caso.
De los presupuestos del 2015 que parecía, en principio, que era para lo que veníamos, ni palabra, más allá de que serán sociales, austeros, etc. (definición que podemos apostar dan todos los gobiernos municipales a sus presupuestos sean estos gobiernos del color que sean), y nada nuevo bajo el sol. De pretender unos presupuestos más participativos ni palabra, de aumentar la transparencia para que sepamos en qué se gasta cada céntimo de euro ni palabra, de informar sobre todos las variaciones presupuestarias del año anterior ni palabra.
Una tarea informativa que en principio podría haber sido algo positivo, en el caso de nuestro consistorio se convierte en un ejercicio de propaganda bastante burdo. Con un horizonte de elecciones municipales a cuatro meses vista y donde saben que el electorado se puede mover de forma bastante diferente a como lo ha hecho en otras ocasiones, estos actos se nos antojan un simple ejercicio de electoralismo.
El gobierno municipal con el
El gobierno municipal con el alcalde al frente ha organizado una serie de reuniones en los diferentes barrios de la ciudad para, según dicen, dar a conocer a la ciudadanía la situación económica del Ayuntamiento y las líneas generales que marcarán los presupuestos del 2015.
Me gustaría valorar estas reuniones sin entrar a interpretar la validez de los datos aportados porque eso daría para un análisis más pormenorizado.
Está claro que si estuviese en el ánimo de los organizadores de estas reuniones hacer llegar a los ciudadanos una información rigurosa, verificable y contrastable, habrían buscado otro formato de reunión. Porque al margen de lo que en estas convocatorias se pueda verter en cuanto a información, ésta una vez transmitida se desvanece. Este tipo de encuentros deberían ir acompañados de la documentación apropiada para cada asistente en donde constase toda esa maraña de cifras y datos de forma que cada uno de los ciudadanos pudiese verificar y seguir la exactitud de la información.
Si esto no se hace no hay forma de hacerse una idea de lo expuesto ya que el meollo y lo complicado suele ser todo lo referido a lo financiero.
El Alcalde en su primera intervención fue prolijo en el detalle de los datos y a las primeras dos cifras los asistentes ya habían desconectado del discurso. No sabemos si esto es un efecto deseado o no pero el resultado es éste.
Una vez mostrados los datos, con escaso éxito comunicativo, lo que sigue es la verdadera razón de la convocatoria: la enumeración de las bondades de este gobierno, lo bien que lo hemos hecho, lo mal que lo hacen los otros sin por supuesto la menor autocrítica.
Se agradece el turno de palabras que por lo menos da la oportunidad a los vecinos para exponer todos los problemas que le preocupan aunque no vengan al caso.
De los presupuestos del 2015 que parecía, en principio, que era para lo que veníamos, ni palabra, más allá de que serán sociales, austeros, etc. (definición que podemos apostar dan todos los gobiernos municipales a sus presupuestos sean estos gobiernos del color que sean), y nada nuevo bajo el sol. De pretender unos presupuestos más participativos ni palabra, de aumentar la transparencia para que sepamos en qué se gasta cada céntimo de euro ni palabra, de informar sobre todos las variaciones presupuestarias del año anterior ni palabra.
Una tarea informativa que en principio podría haber sido algo positivo, en el caso de nuestro consistorio se convierte en un ejercicio de propaganda bastante burdo. Con un horizonte de elecciones municipales a cuatro meses vista y donde saben que el electorado se puede mover de forma bastante diferente a como lo ha hecho en otras ocasiones, estos actos se nos antojan un simple ejercicio de electoralismo.
El gobierno municipal con el
El gobierno municipal con el alcalde al frente ha organizado una serie de reuniones en los diferentes barrios de la ciudad para, según dicen, dar a conocer a la ciudadanía la situación económica del Ayuntamiento y las líneas generales que marcarán los presupuestos del 2015.
Me gustaría valorar estas reuniones sin entrar a interpretar la validez de los datos aportados porque eso daría para un análisis más pormenorizado.
Está claro que si estuviese en el ánimo de los organizadores de estas reuniones hacer llegar a los ciudadanos una información rigurosa, verificable y contrastable, habrían buscado otro formato de reunión. Porque al margen de lo que en estas convocatorias se pueda verter en cuanto a información, ésta una vez transmitida se desvanece. Este tipo de encuentros deberían ir acompañados de la documentación apropiada para cada asistente en donde constase toda esa maraña de cifras y datos de forma que cada uno de los ciudadanos pudiese verificar y seguir la exactitud de la información.
Si esto no se hace no hay forma de hacerse una idea de lo expuesto ya que el meollo y lo complicado suele ser todo lo referido a lo financiero.
El Alcalde en su primera intervención fue prolijo en el detalle de los datos y a las primeras dos cifras los asistentes ya habían desconectado del discurso. No sabemos si esto es un efecto deseado o no pero el resultado es éste.
Una vez mostrados los datos, con escaso éxito comunicativo, lo que sigue es la verdadera razón de la convocatoria: la enumeración de las bondades de este gobierno, lo bien que lo hemos hecho, lo mal que lo hacen los otros sin por supuesto la menor autocrítica.
Se agradece el turno de palabras que por lo menos da la oportunidad a los vecinos para exponer todos los problemas que le preocupan aunque no vengan al caso.
De los presupuestos del 2015 que parecía, en principio, que era para lo que veníamos, ni palabra, más allá de que serán sociales, austeros, etc. (definición que podemos apostar dan todos los gobiernos municipales a sus presupuestos sean estos gobiernos del color que sean), y nada nuevo bajo el sol. De pretender unos presupuestos más participativos ni palabra, de aumentar la transparencia para que sepamos en qué se gasta cada céntimo de euro ni palabra, de informar sobre todos las variaciones presupuestarias del año anterior ni palabra.
Una tarea informativa que en principio podría haber sido algo positivo, en el caso de nuestro consistorio se convierte en un ejercicio de propaganda bastante burdo. Con un horizonte de elecciones municipales a cuatro meses vista y donde saben que el electorado se puede mover de forma bastante diferente a como lo ha hecho en otras ocasiones, estos actos se nos antojan un simple ejercicio de electoralismo.
El gobierno municipal con el
El gobierno municipal con el alcalde al frente ha organizado una serie de reuniones en los diferentes barrios de la ciudad para, según dicen, dar a conocer a la ciudadanía la situación económica del Ayuntamiento y las líneas generales que marcarán los presupuestos del 2015.
Me gustaría valorar estas reuniones sin entrar a interpretar la validez de los datos aportados porque eso daría para un análisis más pormenorizado.
Está claro que si estuviese en el ánimo de los organizadores de estas reuniones hacer llegar a los ciudadanos una información rigurosa, verificable y contrastable, habrían buscado otro formato de reunión. Porque al margen de lo que en estas convocatorias se pueda verter en cuanto a información, ésta una vez transmitida se desvanece. Este tipo de encuentros deberían ir acompañados de la documentación apropiada para cada asistente en donde constase toda esa maraña de cifras y datos de forma que cada uno de los ciudadanos pudiese verificar y seguir la exactitud de la información.
Si esto no se hace no hay forma de hacerse una idea de lo expuesto ya que el meollo y lo complicado suele ser todo lo referido a lo financiero.
El Alcalde en su primera intervención fue prolijo en el detalle de los datos y a las primeras dos cifras los asistentes ya habían desconectado del discurso. No sabemos si esto es un efecto deseado o no pero el resultado es éste.
Una vez mostrados los datos, con escaso éxito comunicativo, lo que sigue es la verdadera razón de la convocatoria: la enumeración de las bondades de este gobierno, lo bien que lo hemos hecho, lo mal que lo hacen los otros sin por supuesto la menor autocrítica.
Se agradece el turno de palabras que por lo menos da la oportunidad a los vecinos para exponer todos los problemas que le preocupan aunque no vengan al caso.
De los presupuestos del 2015 que parecía, en principio, que era para lo que veníamos, ni palabra, más allá de que serán sociales, austeros, etc. (definición que podemos apostar dan todos los gobiernos municipales a sus presupuestos sean estos gobiernos del color que sean), y nada nuevo bajo el sol. De pretender unos presupuestos más participativos ni palabra, de aumentar la transparencia para que sepamos en qué se gasta cada céntimo de euro ni palabra, de informar sobre todos las variaciones presupuestarias del año anterior ni palabra.
Una tarea informativa que en principio podría haber sido algo positivo, en el caso de nuestro consistorio se convierte en un ejercicio de propaganda bastante burdo. Con un horizonte de elecciones municipales a cuatro meses vista y donde saben que el electorado se puede mover de forma bastante diferente a como lo ha hecho en otras ocasiones, estos actos se nos antojan un simple ejercicio de electoralismo.