Responder en las citas marcadas en rojo en el calendario es la mejor forma de dar un puñetazo sobre la mesa y, a su vez, cerrar 2018 con un dulce sabor de boca.
Y así lo hizo el Sant Martí – Adrianenc en el crucial enfrentamiento que medía a los de Lorenzo Rueda ante el Villa de Aranda (31-26).
En el duelo directo por la salvación, el equipo lila se deshizo en la Verneda del conjunto asturiano para así ver la luz al final del túnel y salir de las posiciones rojas de la clasificación en un año ya para el recuerdo y la memoria del club.
Con esta importantísima bombona de oxígeno en la mochila, el Adrianenc ya contempla la tabla y las próximas jornadas con una óptica más optimista y la sensación que aún se puede respirar en el inicio de 2019. El año arrancará con la visita a Córdoba para enfrentarse al Palma del Río y la primera vuelta se concluirá con el derbi en Sant Adrià ante el Handbol Bordils.