03/09/2015 – Hablamos con el president del Club Balonmano Sant Martí Adrianense, Ángel Bustamante, pregonero de las fiestas de este año.
¿Se esperaba ser algún día el pregonero de la ciudad?
No. Me pilló por sorpresa y, de hecho, me lo tuve que pensar porque jamás había pensado en ello.
¿Por qué se lo ofrecieron?
Llevo más de 60 años viviendo en Sant Adrià y 53 en el balonmano. Más por el tema deportivo, como representante de la entidad.
¿Cuánto lleva en el Balonmano Adrianense?
Como presidente unos 25 años, pero ligado al club, 53. Nunca he jugado, no obstante. Desde los 14 estuve como delegado.
La historia del club se remonta a décadas atrás. De hecho, es el resultado de la fusión de dos entidades.
El Sant Martí y el Adrianense teníamos una colaboración y buena relación. Nos prestábamos jugadores durante algunos años. Un día, hablando con Pedro, el presidente del Sant Martí, planteamos que no tenía sentido tener dos clubs, que juntos haríamos más piña, tendríamos más empuje, más equipos. Fusionamos los conjuntos y empezamos a trabajar desde categorías inferiores.
¿Cuántos equipos hay a día de hoy?
23 equipos. Somos el club de Catalunya con más equipos, más que Barcelona y más que el Granollers, que sí tiene varios colegios pero no bajo el nombre de la entidad. Tenemos una de las canteras más potentes de Catalunya, pero es difícil acabar de explotarlas porque los dos equipos grandes te van tocando los conjuntos y se llevan a los jugadores más punteros, cosa que te desmonta equipos. Somos unos 360 jugadores en total, además de la escuela, dónde empiezan los más pequeños.
¿En qué categoría milita el primer equipo?
La tercera categoría del estado, como la Segunda B del fútbol. Estuvimos cuatro años en División de Honor, que es la categoría de plata. El año pasado subimos, pero tuvimos que vender la plaza por temas económicos. Esta temporada teníamos el presupuesto cubierto, preparado con tiempo, pero nos quedamos a las puertas, en las fases.
¿Subir es objetivo inmediato?
No es una obsesión, pero no se renuncia a nada. Hay entidades que llegan a fase pero después renuncian porque saben que por presupuesto no llegan. Nosotros queremos subir.
El Sant Martí Adrianense es uno de los clubs más potentes de Catalunya.
Sí. A nivel de Catalunya, debemos de estar entre los cinco primeros. Desde la fusión, que fue a finales de la década de los 90, empieza la etapa más potente. No obstante, como Adrianense también habíamos estado en Honor e incluso habíamos sido filial del Barça durante dos años. Es complicado, sin embargo, jugar en la 2ª categoría, a nivel técnico y monetario. Los desplazamientos son similares a los de la Liga Asobal, porque juegas por todo el estado, pero la potencia económica de los clubes es mucho menor, con lo que los desplazamientos se hacen en condiciones muy mejorables.
¿Económicamente es muy complejo llevar un club de balonmano a este nivel?
El fútbol vende, el baloncesto, menos, y el balonmano, menos todavía. Cuesta encontrar sponsors. No encuentras un patrocinador potente, y tienes que enlazar varios pequeños. Si llegas a Asobal es algo más sencillo, porque ya tienes derechos de televisión y contraprestaciones e ingresos que en 2ª y 3ª no tienes.
¿Se puede vivir del balonmano?
Solo en Asobal, y los cuatro equipo principales, pero cada vez menos. Este año nos ha fichado un jugador el CAI Zaragoza y cobrará 1.500 euros en Asobal, un sueldo parecido a un trabajo en una empresa aquí. Es muy difícil vivir del balonmano.
¿Del club ha salido alguna gran figura?
En las épocas de Adrianense, salió Víctor Tomás, que fue cadete nuestro. Ion Belaustegui. Sierra y Carlos Prieto, portero y jugador de la Selección Española. En Asobal hay varios jugadores que salieron de aquí, y en Honor otros tantos.
¿Cree que el equipo es conocido en la ciudad?
No. Es verdad que somos de Sant Adrià pero por circunstancias X nos han ido desplazando. Empezamos a jugar en el Ricart, y en el 91 o 92 nos pasaron a jugar al Marina Besós. En el primer partido allí había 1.000 personas. De allí, nos mandaron al Besòs. Una vez cruzas el río, no es lo mismo. Parece que perteneces más a Barcelona. Creo que más del 50% del municipio no sabe que existimos. Sería diferente si jugáramos en el Ricart. Estás en el centro y estás de paso. Y quizá, de 100 personas que entran a ver algún entrenamiento o partido, 20 chavales se pican y preguntan si pueden incorporarse al club para probar. Aquí, en la Verneda, eso es imposible. Sin olvidar que esto es balonmano y no tiene tanto tirón como el fútbol.
El balonmano es uno de los deportes españoles con más éxitos, ¿tiene el apoyo que merece?
Nunca lo ha tenido y dudo que lo tenga algún día. Ya no por el público, también por los medios. Hasta hace algunos años, la TV daba partidos de balonmano el fin de semana, pero dejaron de hacerlo. Aunque en la prensa tampoco. Parece que en otras regiones sí que le dan más cobertura, pero aquí, en Catalunya, es complicadísimo encontrar crónicas, resultados…ni los del Barça, ni en el Mundo Deportivo ni Sport. No será rentable, no lo sé. Y tampoco recibimos apoyo de la Administración. Antes, cuando te desplazabas a algún campeonato de España, la Generalitat te cubría una parte de lo que costaba el viaje, pero desde hace 4 o 5 años dejaron de hacerlo. Y la Federación tampoco.
¿No sale a cuenta ir a jugar grandes torneos fuera?
A veces es incluso perjudicial salir fuera a jugar torneos, porque llevamos buenos equipos, como el juvenil de este año. Abres un escaparate y vienen los grandes equipos a picotear y a llevarse jugadores con proyección. Nos perjudica.
¿Y no hay posibilidad de ingresar por traspasos?
Casi nada. Los derechos de formación en balonmano no están bien reglamentados y se hacen ‘truquillos’ para fichar jugadores de categorías inferiores sin tener que desembolsar nada. Empezó a hacerse hace algunos años y desde entonces es complicado ingresar algo por formación. Lo último que ingresamos fue hace cosa de 5 años, con un par de jugadores que se fueron a jugar al San Antonio. Y los jugadores del primer equipo firman año por año, no hay contratos ni cláusulas. Cada temporada quedan libres.
¿Cuáles son los retos del futuro próximo del club?
Lo principal es la escuela y tener unas bases sólidas. Este año empezaremos a trabajar en el Colegio Túrbula, y estamos en conversaciones con el Pompeu Fabra, para hacer también allí escuela de balonmano. Ese siempre es nuestro primer objetivo. El primer equipo va solo si las categorías inferiores funcionan, y si se sube, genial, pero no es algo primordial.
Volviendo al tema del pregón… ¿se siente orgulloso?
A Sant Adrià la he conocido cuando era campo y obviamente estoy orgulloso de a dónde ha llegado. Me gusta que se hayan acordado de mí pero si no lo hiciera no me pasaría nada. No me gusta salir en las fotos, prefiero trabajar a la sombra.
¿Podemos tener un avance de qué tratará el discurso?
Una parte será la historia de Sant Adrià que yo he vivido durante 60 años y la otra sobre balonmano.