25/10/2012. Segunda parte de la entrevista al alcalde de Sant Adrià, Sito Canga (PSC), en qué habla de los retos futuros de la ciudad
El futuro del bloque Venus y el realojo de la Mina es un tema encallado…
Antes que nada, en este caso se ha dado una indefinición por parte de CiU que nos ha hecho mucho daño, pues la edil municipal dice que el edificio debe ser derribado, pero la Generalitat dice no tener recursos para afrontar dicha actuación. Finalmente, aquellos vecinos de Venus y aquellos afectados por los cortes transversales que quieren y pueden realojarse en un piso nuevo ya se han apuntado y, como muy tarde en diciembre, irán a vivir en él. Hablamos de unas 63 familias, 32 de Venus y 31 de los cortes. Además, una docena más lo están estudiando. Ahora bien, si las familias de Venus dan ese paso y abandonan sus pisos, debemos actuar rápidamente para evitar que los inmuebles que dejan sean ocupados. Por eso, estamos estudiando alquilarlos por 120 euros mensuales a familias que lo necesiten: las que viven junto con otras en un solo piso, las derivadas por los servicios sociales si son familias normalizadas, las que han sido desahuciadas, etc. Mientras tanto, a quién tenga dificultades para realojarse y, posteriormente, a cualquier ciudadano que quiera, sea del barrio o no, se le hará ofertas atractivas para tratar de dar salida a estos pisos: alquileres con opción a compra, derechos de superficie, etc. Lo que está claro es que actualmente es muy difícil derribar Venus: así, los que no pueden realojarse y los muchos que no quieren hacerlo, deberán seguir en sus inmuebles.
Pocos meses de existencia de la policía de barrio y ahora el proyecto se modifica…
No hay otro remedio. La idea empezó bien, pero no podía cubrir determinados horarios por la tarde, las entidades recogieron firmas solicitando turnos normales y finalmente hemos accedido a ello. Al menos, con este cambio, garantizamos presencia policial fija en el margen derecho durante buena parte del día, sin que los agentes, como pasaba hasta el año pasado, deban patrullar también por el margen izquierdo. En diciembre, en consejo de barrio, volveremos a analizar la situación para tratar de mejorarla.
¿Qué apunta el plan municipal sobre lugares de culto que están elaborando?
La ley actual permite situar centros de culto en el casco urbano, y no en zonas industriales. En lo que se refiere a estas zonas, pediremos que se permita la apertura y en lo que se refiere a la zona urbana, intentaremos aplicar unos criterios razonables y sencillos: que donde haya un culto no pueda haber otro muy cercano, que no se puedan abrir en calles estrechas, que sean locales con altura y que permitan un determinado aforo… De todas maneras, y al margen del episodio en que Badalona sugirió a algunas comunidades abrir lugares de culto en Sant Adrià, no tenemos demanda real de locales para estos usos. Sin olvidar que este proceso burocrático es largo: aunque pronto acabe la moratoria que impide abrir centros de culto, la tramitación del mapa alargará un tiempo más la no emisión de licencias.
¿La apuesta de Sant Adrià en el frente litoral de las tres chimeneas se basará en construir pisos? ¿Pisos como los muchos que hay sin vender en la Catalana?
¿Y cómo se mantendrá esa zona? ¿Con el espíritu de la zona verde? Me encantaría tener un gran parque metropolitano, pero ahora esa propiedad es privada y para hacer algo en ella se necesitan recursos. Y la promoción inmobiliaria es la única que ahora atrae un poco al inversor privado. Sin olvidar que en un proceso de este tipo se consigue suelo público con equipamientos. Tampoco pensemos que la Catalana tiene demasiada densidad inmobiliaria, porque no es así. Cuando haces un plan urbanístico, no lo diseñas para desarrollarlo inmediatamente: quizá en diez años este sector se recupera. La gente debe entender que esa zona está catalogada como zona industrial y debemos movernos si queremos convertirla en residencial. Ahora se abrirá un proceso informativo y de participación con los ciudadanos para pensar y debatir qué queremos para esa zona.